Gobernante de un pequeño reino maldito, ni vivo ni muerto, hueso, carne seca que se cae a pedazos y si un corazón latente, vaga diariamente por su jardín de eternas flores marchitas de dulce aroma petrificado, su castillo es hogar de sueños hermosos diseñados en el cielo de tu alma.
2 comentarios...
Diferente de tu estilo. Bueno, un cambio de vez en cuando no hace mal.
A ver. Entonces... ¿el estado natural del individuo es su inexistencia, dado que la vida es una enfermedad?
Interesante reynito.
No hay porque irse a los extremos, mi estimado. Afortunadamente, contamos con algo llamado "Penicilina", desde hace unos 88 años.
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